lunes, 16 de julio de 2018

Y después del Mundial, ¿qué?
Pasó la euforia, la pasión por un deporte que durante un mes tuvo a todo el mundo enfocado en un país. Llegó la final, solo un ganador. Y ahora ¿qué?
Los simples mortales vuelven a la rutina, vuelven al día a día ya esperando que pasen rápido los 4 años para volver a desconectarse de la realidad y volver a sentir emociones desbordadas.
¿Y los jugadores? ¿Los entrenadores? ¿El equipo técnico? Para los victoriosos, supone llegar a su país victoriosos y con el futuro por delante. ¿Cómo manejarán esas emociones para volver a la realidad?
¿Y los perdedores? Vuelven a casa con un sin sabor. No basta con ser el segundo o el tercero en la final de un Mundial. ¿Qué le dice el técnico? ¿Y los chicos qué le dicen a su equipo de apoyo que por largo tiempo fue su familia?
En una mezcla de pensamientos y emociones. Pero la realidad es que a todos les toca seguir adelante y salir a trabajar. Porque más allá de la pasión y emoción que el fútbol arrastra, es un trabajo. Es una profesión para todos los involucrados.
El punto es ¿cómo manejar y canalizar todo esto sin ayuda?
Hace unos días salió la noticia de que por primera vez en la historia, la selección española incorporaba a un psicólogo deportivo a su plantilla.
Sin ir muy lejos, nuestra Vinotinto, más allá de sus altos y bajos, tenemos que reconocer que los cambios y avances comenzaron a notarse desde el momento en el cual, la oncena comenzó a recibir apoyo psicológico y emocional. Y no solo los jugadores, toda la plantilla y cuerpo técnico.
Una de las imágenes que nos quedaron grabadas al final el Mundial, fue ver al técnico de Croacia agrupando a todo el equipo, les dirigió unas palabras y luego todos se abrazaron.
Al final de cuentas, todos son seres humanos, no son solo máquinas de fabricar goles.
Y ustedes, ¿qué piensan?